como si necesitara el desorden,
el mundo
se vale de mi caos para improvisar
poemas de colores,
me coloca en el momento justo,
en el lugar preciso,
para que la cadena caprichosa
de las sensaciones
concluya en una de tantas
casualidades,
en alguno de los encuentros súbitos
que sobresaltan
la atención y nos congelan
a todos bajo la misma promesa:
unos segundos de amor
en la completa ignorancia
del
día
a
día

Para Lola,
Miércoles 14 de Mayo