Septiembre

La tarde avanza
el tiempo se me escapa
las tareas se me acumulan
no hay hora,
no hay barranco ni fuerza,
los platos llenos de comida
los dientes empotrados contra los restos
el sueño desequilibrado
los nervios sin oficio
el río desbordado.
Queda el cielo abierto
sin nubes
y todos hacen
y no hay nada
Las capacidades disparadas,
las creatividades insumables
ahoga mas que flota
la caries de una caries
el decir por decir
el vivir sin saber
qué demonios es el arte
y si está en todos lados...

Mario Barranco

2 comentarios:

Reportera de interiores dijo...

Yo también me pregunto a veces, qué demonios es el arte, y sobre todo, quién lo decide.

Por lo demás, tu poema me ha llevado de corrido hasta el final. Me ha recordado un poco a mí.

Gracias.

Madeja de Palabras dijo...

Mario escribe de maravilla
Besos

:)